«Ver a alguien con una prenda tuya es ver a una persona que se identifica contigo, no encuentro algo que sea más bonito que eso»
Fotos: RTVE y www.alejandrosanmartin.es
El malagueño Alejandro San Martín salió de Maestros de la Costura antes de lo que ese talento desarrollado entre bambalinas hacía presagiar. Un aprendiz conocido por sus apariciones en series como Centro Médico de RTVE y representaciones teatrales como “Lucía La Maga”, comedia musical que representó junto con Nuria Fergó. Alejandro ha fundado su propia productora de teatro con la que ha impulsado más de 5.000 representaciones teatrales en toda España, en las que ha desarrollado su creatividad como actor y diseñador de vestuario. Hoy en día cuenta con una línea de moda que lleva su nombre, su sello y el sabor de su respeto por Agatha Ruiz de la Prada, su musa desde hace dos décadas.
Alejandro San Martín es actor y figurinista autodidacta, fundador de productoras de teatro que han tocado todos los palos de la interpretación a lo largo de toda la geografía española. Un diseñador que tuvo en su madre su primer contacto con la costura y que aprendió por el puro gusto de la creación, por «la curiosidad de poder transformar las cosas y crear desde cero, algo que no se encontraba en ningún sitio. Es verdad que mi madre ha trabajado toda la vida en la fábrica de camisas de Cortefiel, pero ella no solía coser en casa. Desde pequeño siempre me ha gustado mucho todo lo relacionado con las manualidades y construir cosas, por lo que no tardé mucho en tener curiosidad por coger una máquina de coser», apunta.
El aprendiz de Maestros de la Costura aprendió por su cuenta, por el gusto por el trabajo manual y por el deseo de abrir su mente a otras formas de expresión que acompañaran su pasión por la interpretación. «En realidad no me enseñó nadie, ni estudié ninguna carrera de corte, ni hice ningún curso. Tenía tanta curiosidad por aprender que yo mismo investigaba las prendas. Aprendí transformando, rompiendo, deshaciendo y viendo cómo trabajan otras personas. Ya cuando comencé con mi productora de espectáculos, empecé a desarrollarlo más profesionalmente creando el vestuario para las obras de teatro. Cada espectáculo tiene un estilo por lo que era un aprendizaje continuo, de épocas, texturas, formas, diseños…», explica.
Figurinismo a pedal y mucha imaginación
El primer diseño de Alejandro partió de un encargo de una amiga, que le solicitó una réplica del vestido que Marilyn Monroe lució en el filme “La tentación vive arriba”. Sin embargo, el desarrollo de su capacidad como modista tuvo lugar entre bambalinas. Y en compañía de una compañera que recuerda con especial cariño: una máquina de coser a pedal de la marca Alfa, que databa de los años cuarenta y que fue la herramienta con la cual elaboró sus primeras prendas profesionales para teatro.
Entre las obras que la Alejandro ha representado en las tres productoras que ha fundado, La Vidriera Producciones, Mascararte SL y La Pulga Producciones, el teatro dirigido a público infantil ha sido una de sus constantes, aunque no sea su único público. «Mi compañía no está especializada en público infantil solo, es para todos los públicos, incluso público adulto. Pero sí que es verdad que me sensibilizo mucho con el público infantil porque al fin y al cabo son el futuro y merecen ver teatro de calidad en todos los sentidos. Yo siempre he sido muy niño y espero seguir siéndolo. Muchas veces cuando me encuentro en un estado muy creativo, me siento como un niño. La creatividad no tiene límites, no se juzga, surge y ya está», anota el diseñador, al tiempo que demuestra un respeto especial por los más pequeños como audiencia. «Como se suele decir, los niños dicen siempre la verdad. Aunque muchas veces se desvalora el teatro para público infantil, en realidad (por lo menos en mi caso) es el público más amable, agradecido y que disfruta de verdad. Aprendo muchas veces más de los niños que de los adultos», manifiesta.
El arte dramático ha sido una gran escuela de costura, diseño y patronaje para Alejandro. El vestuario de teatro es una herramienta esencial para los actores, un apoyo a la hora de trasladar a su público a las épocas y escenarios que representan. Una tarea en la que parece que lo instrumental prima sobre lo estético, aunque según explica Alejandro la ropa de teatro «sí que tiene que favorecer, me explico, es cierto que en ocasiones hay que crear personajes muy fantásticos que no te lo encontrarías en una tienda de la Gran Vía, pero eso no significa que no tenga que favorecer al actor, es más, siempre se ha dicho que hacer ropa para teatro es más difícil que la ropa de calle, porque hay que romper los moldes. Y con esto me refiero que hay que darle mil vueltas a un patrón para que tenga sentido el personaje, y al final el resultado tiene que ser creíble, favorecer al actor y por supuesto ser cómodo para que puedan trabajar bien sobre el escenario».
Teatro, steampunk y Agatha Ruiz de la Prada
El universo creativo que rodea a la interpretación es un acicate para el despliegue de la imaginación. «El teatro te da esa oportunidad de crear lo que quieras y como quieras, siempre ciñéndote al guion, claro. Pero puedes salirte de lo convencional cosa que, si lo hacemos demasiado en una prenda para vestir en el día a día, todo el mundo nos miraría por la calle. Me encantaría que no fuera así, porque no hay nada más divertido y alegre que darles formas nuevas a las cosas y no ir siempre igual», apunta. Una experiencia que le ha servido para lanzarse a la creación de su línea de ropa, gracias a la cual da rienda suelta a su estilo y su personalidad. Una capacidad para crear que para Alejandro tiene un sentido especial. «Como creativo es algo difícil de explicar. Pero principalmente parte de mí, me explico, yo quería tener prendas que no encontraba en las tiendas, o si se acercaba a lo que me gustaba, era muy caro. Y me dije; porque no te lo haces tú, si eres capaz de replicar un vestido del siglo XVIII, te puedes hacer tus prendas. Así comencé hasta que me di cuenta que le gustaba a la gente, que me preguntaban si lo vendía o que donde podía encontrar mi ropa. Fue entonces cuando vi claro que quería montar mi propia marca. Ver a alguien con una prenda tuya es ver a una persona que se identifica contigo, no encuentro algo que sea más bonito que eso. Me hace muy feliz», explica.
Las fuentes de inspiración que el aprendiz de Maestros de la Costura muestra en su línea de ropa son diversas, aunque su experiencia en figurinismo es una de las principales. «En teatro he tenido que abarcar muchas épocas y estilos diferentes, por lo que no me gusta limitarme, cada colección quiero que tenga vida propia y que se diferencie la una de la otra. Cierto es, que es inevitable tener un sello y además el público lo agradece. Me gusta aprender, conocer cosas nuevas, por eso cada colección será diferente, pero está claro que tendrá mi marca y posiblemente sea, sin dejar de ser comercial, intentar salirse de lo convencional, de ahí a lo mejor ese toque más teatralizado, como de cómic a veces, me atrevería a decir. En definitiva, el figurinismo y la teatralidad forma parte de mi vida por lo que mi estilo siempre cabalgará en ese camino», comenta.
El teatro es parte indudable de su vida y su estilo, un sello en el que Ágatha Ruiz de la Prada tiene un espacio prioritario. «Me quedé alucinado desde pequeño cuando conocí el trabajo de Agatha, pero es verdad que con el tiempo he ido absorbiendo diferentes estilos, como el steampunk o incluso el Circo del Sol. Funciono mucho por intuición. Como he dicho en otras ocasiones, a veces, yo mismo me sorprendo viendo las cosas con el tiempo, porque digo: ‘¿cuándo se me ocurrió esto?’. Suelo dormirme pensando en ideas y estructurando en mi cabeza como puedo darles forma a las piezas. Casi siempre la primera idea que tengo es la buena para mí, puedo darle mil vueltas, inspirarme en mil diseñadores, que al final tiendo a irme a la primera idea», manifiesta.
Una expulsión prematura
Alejandro San Martín ha sido uno de los concursantes más significados de la segunda edición del programa Maestros de la Costura de RTVE. La salida prematura del programa de este concursante sorprendió a muchos, y el eco de la sorpresa por su expulsión se notó en redes sociales. «No me esperaba ser expulsado, sé que tengo muchísimo que aprender aún, pero no sé, sentía que todavía podía aportar cosas al programa, me sentía con ganas y fuerzas para continuar. Pero no deja de ser un juego y a veces se pierde y otras se gana. Pero si te soy más sincero aún, no me siento que haya perdido. Ha sido una experiencia única que me ha cambiado la vida y la visión de mi camino y eso es lo importante para mí, ganar o no el programa la verdad que no era lo que buscaba. Quería llegar lo más lejos posible para aprender y que la gente conociera mi trabajo», explica.
El malagueño no es una cara desconocida en televisión, donde ha participado en series como “Centro Médico” de RTVE, “BBC” de Telecinco o “A que no me dejas”, de la mexicana Televisa. Sin embargo, un concurso es otra cosa. «No tiene nada que ver ser actor con el concurso como bien dices. Mi experiencia como actor me ha servido para saber trabajar y estar en mi sitio durante las horas de rodaje y siempre favorecer al equipo para que el trabajo salga lo más rápido posible y lo más profesional. Pero aquí en el concurso he sido yo mismo, es más, era uno de los retos que quería superar, ser yo mismo sin importarme el qué dirán y la verdad que ha sido y sigue siendo un aprendizaje muy especial», apunta San Martín.
Maestros de la Costura es un concurso de talentos particular debido a las características intrínsecas del trabajo en costura. Una competición con luces y sombras de la que Alejandro se muestra agradecido. «Lo más importante que me ha dado el programa es la oportunidad de que la gente me conozca y juzgue por sí misma. Esto me ha permitido crear mi propia marca y lanzarla al mercado. Ahora tengo que trabajar muy duro, pero uno de los pasos más difíciles en el mundo de la moda me lo ha dado la imagen del programa y por eso estaré siempre eternamente agradecido. Técnicamente me llevo muchísimos conceptos y experiencias que ahora estoy poniendo en práctica con mi colección en la tienda online, y personalmente he aprendido mucho sobre como soy a través de la tensión de las pruebas, el compartir con los compañeros, el jurado, la presentadora, todo el equipo, cada segundo que ha pasado, cada persona con la que me he cruzado me ha enseñado algo de mí que a lo mejor no conocía o sí y eso me ha cambiado la forma de ver las cosas en mi día a día. Es una experiencia única que recomiendo a todo el mundo», detalla el ex concursante.
El paso por el concurso ha sido positivo para este actor formado como modista y diseñador de manera autodidacta desde el figurinismo. Un golpe de suerte en un camino profesional que ha ido labrando a base de trabajo, creatividad y, según se infiere de su participación en el programa y de sus palabras, de generosidad. «Me gustaría animar a todas las personas que tengan un sueño, que lo sigan, aunque sea 30 minutos al día, no dejes de hacer algo que te aliente y no tires la toalla, hazlo con pasión, con amor, sin importar el resultado y tarde o temprano florecerá lo que más ansias, pero lo más importante es disfrutarlo en el camino, mientras trabajas. Yo lo sigo haciendo cada día y me equivoco muchas veces, pero no importa, eso me enseña por donde tengo que tirar. Así que desde aquí humildemente te invito a que cumplas tus sueños», concluye.