aRopa2, empresa de inserción dirigida a la reutilización de ropa - La Voz de las Costureras
Entrevistas

aRopa2, empresa de inserción dirigida a la reutilización de ropa

Ni un centímetro de tela al cubo de la basura

Fotos de la galería e interiores: Noemi Martínez Pérez y aRopa2.

Cero textiles en la basura. Ese es el propósito de aRopa2, empresa de inserción aragonesa dirigida al reciclaje y reutilización de ropa. Una iniciativa que aúna objetivos medioambientales, sociales y de concienciación sobre el consumo responsable. Y como muestra de estas prioridades, un dato: el 5% de la ropa llega a aRopa2 sin estrenar y con etiqueta.

La empresa de inserción aRopa2 surgió en 2007 por iniciativa de Tiebel y La Veloz, ambas cooperativas de economía social dedicadas a la limpieza y a la mensajería, respectivamente. En la actualidad cuenta con 92 puntos de recogida en Zaragoza, uno en Villamayor y otro en Azuara, lugar de nacimiento de Tiebel en 1993.

«Las empresas de inserción somos empresas privadas, solo que contratamos personas en riesgo de exclusión social. En el caso de que haya beneficios, el 80% se tienen que reinvertir en la propia actividad. En nuestro caso reinvertimos el 100%», anota Julio Cortés, coordinador de aRopa2.

«Las empresas de inserción las tienen que promover entidades sin ánimo de lucro. Y a Tiebel Servicios de Inserción la promueve Tiebel Cooperativa, una cooperativa de iniciativa social, no tiene ánimo de lucro», apunta.

Julio Cortes junto a la ropa para entrega social. Foto: Noemi Martínez.

En aRopa2 trabajan actualmente 11 personas que se encargan de todas las fases de la producción. La ropa, recogida por La Veloz, procede de los 60 contenedores, (con capacidad para 250 kilos de textil) que hay en la ciudad. En los demás casos, en los que por cuestiones logísticas no pueden habilitarse contenedores, se emplean cajas de cartón. Este es el caso de lugares como la Casa de la Mujer, Fundación Secretariado Gitano, sindicatos, fundaciones… y hasta más de 40 empresas y entidades, desde General Motors hasta Zoilo Ríos, «una red de gasolineras que fue una de las primeras empresas con las que colaboramos. De hecho nos llamaron ellos, tienen una sensibilidad muy especial con el tema medioambiental», explica Cortés.

Empleo verde y autosostenibilidad

A nivel económico, la vocación de aRopa2 es la generación de un puesto de trabajo por cada 50.000 kilos de ropa recuperada, dentro de un contexto de autofinanciación. «En estos momentos tenemos un 30% de contribución pública y un 70% privado», relata el coordinador de la empresa, aunque el objetivo a medio plazo es la autosostenibilidad.

De esta manera, los ingresos privados de la empresa provienen de diversas fuentes. «Por un lado, de aRopa2 Second Hand Botiga, la tienda de ropa de segunda mano que tenemos en la calle Delicias 54. Por otro, de tiendas vintage. Nos llega mucha ropa de este tipo, que para entrega social y nuestra tienda no nos sirve. Así que la canalizamos por las tiendas vintage que hay en la ciudad, así como en la Placica Vintage -mercado vintage que se celebra el primer domingo de cada mes en la calle Las Armas de Zaragoza- y otro tipo de mercados, como la Feria del Mercado Social –feria que celebra una vez al año la cooperativa de empresas que forman parte de la economía social-. Otra fuente de ingresos es la ropa picada, la que nosotros no podemos reutilizar, y que enviamos a otra empresa de economía social que hace una segunda revisión de la ropa. Lo que ya no vale lo envían para hacer borra –producto que se elabora con restos de tejidos que tiene una función aislante-», comenta Julio Cortés.

Ropa vintage. Foto: Noemi Martínez.

aRopa2, empresa de inserción aragonesa dirigida a la reutilización de ropa

Vista general del almacén de aRopa2. Foto: Noemi Martínez.

Todo un trabajo que tiene valor económico, medioambiental y social. «Por un lado tenemos el objetivo social, ya que lo que pretendemos es crear puestos de trabajo, preferentemente para la mujer en riesgo de exclusión social. Además, parte de la ropa que recuperamos también se destina a entrega social, a personas derivadas de centros municipales de servicios sociales. También tenemos un objetivo mediambiental claro, nuestro lema es `el 0% del textil a la basura´», explica el coordinador de aRopa2.

Esta empresa de inserción funciona, de esta manera, como trampolín para el mercado laboral. «Durante tres años se tienen que preparar para entrar a trabajar en una empresa normalizada. Se trabajan hábitos sociales, conductuales y laborales. Dentro de los hábitos laborales trabajamos temas de eficacia, eficiencia, rentabilidad», afirma.

¿Qué se puede echar al contenedor?

En los 60 contenedores de aRopa2 que hay en Zaragoza se pueden echar textiles, ropa de hogar y complementos, así como calzado, cinturones, bolsos y bisutería, que resultan de utilidad para la venta en la tienda de Delicias. Todos los artículos deben ir dentro de una bolsa cerrada y deben estar secos, puesto que cualquier resto de humedad puede malograr el resto de prendas del contenedor.

Una vez recogida la ropa, se lleva al almacén de aRopa2, donde en primera tría se selecciona rápidamente lo que se puede volver a usar como ropa. Una vez hecho el triaje, la ropa se vuelve a pesar para comprobar qué porcentaje de ropa se reutiliza y cuanta se destina a borra o trapo, este último con fines industriales (como trapo para limpieza tanto convencional como en industria). Este pesaje sirve también para detectar lo que en aRopa2 se denominan fugas, es decir, la ecuación resultante del peso de las bolsas en las que se introduce la ropa sumado al de todos los objetos que los usuarios introducen en el contenedor por error, como pueden ser aparatos electrónicos.

Borra (en un plano superior) y trapo. Foto: Noemi Martínez.

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Anca muestra el proceso de preparación del trapo. Foto: Noemi Martínez.

En una segunda tría se hace una revisión más exhaustiva de la ropa. Como dato ilustrativo, en una primera tría se trabajan 150 kilos de ropa a la hora y en una segunda, tan sólo 25 kilos, puesto que en esta fase se comprueban cremalleras, botones, forros y demás detalles, prenda por prenda.

Debido a que la afluencia de ropa es irregular a lo largo del año, aRopa2 cuenta con lo que denominan despensa, un lugar donde almacenan la ropa que, por volumen, no se puede gestionar en un momento determinado. Los usuarios de los contenedores tienden a renovar el armario a partir de la primavera, por lo que el volumen de recogida de ropa experimenta altibajos a lo largo del año.

Esta costumbre social de revisión del armario ropero en ciertas épocas del año determina el ritmo de trabajo de la empresa de inserción, hasta el punto de que en lo que llaman temporada baja (de enero a marzo) recogen 600 kilos diarios de ropa y en temporada alta pueden llegar a recibir 4.000 kilos diarios, cuando el ritmo óptimo de producción está en los 2.000 kilos diarios de textil.

aRopa2, empresa de inserción aragonesa dirigida a la reutilización de ropa

Puesto de triaje. Foto: Noemi Martínez.

Una vez seleccionado el textil por talla y estación, entre otros criterios, se higieniza y se destina una parte a entrega social y otra a la venta. La entrega de ropa se realiza a personas con necesidades básicas, valoradas y derivadas por los Servicios Sociales Municipales.

De esta forma, aRopa2 ofrece salida a todos los textiles recogidos, lo que redunda en la eliminación del desperdicio de ropa. «Con un buen sistema de recogida se pueden llegar a recoger 2 kilos de ropa y textil por habitante y año, lo que nos indica que sólo en la ciudad de Zaragoza a medio plazo se podría recuperar 1.500.000 kilos», explican en la web de aRopa2.

¿Qué es la economía social?       

La empresa de inserción aRopa2 forma parte de la llamada economía social, una opción que «pretende un cambio de la sociedad en la que vivimos, un cambio del modelo económico. Partimos de que el centro son las personas y a partir de allí se tiene que generar todo lo demás. Buscamos la sostenibilidad social, económica y medioambiental de la empresa, con un compromiso con el entorno cercano en el que estamos. Por ejemplo, el proyecto de aRopa2 tiene pleno sentido si cerramos el círculo aquí. Por eso tenemos la tienda, la entrega social, el trapo… tratamos que casi todo quede en el entorno más cercano posible. Además, en la medida de lo posible buscamos proveedores en el mercado social», explica Julio Cortés.

Las empresas de la economía social, por ello, hacen «balance social. Es un balance económico, social y medioambiental. Lo hacemos público y lo colgamos en la página web, porque creemos que la transparencia es importante», anota.

Cajas y contenedores de recogida. Foto: Noemi Martínez y aRopa2.

Una visión de la economía que trata de eliminar también las diferencias salariales extremas, por lo que los directores de este tipo de compañías no reciben más del 1,5 del salario menor del sector. «Creemos que cada uno tenemos distintas capacidades, creemos que tiene que haber cierta retribución en función de la dedicación, especialización, responsabilidad… pero no puede haber una brecha salarial», afirma el coordinador de aRopa2.

De esta manera, aRopa2 eleva a categoría de empresa lo que, en su medida, han hecho nuestras madres y abuelas a lo largo de la historia: aprovechar cada centímetro de tela. Un trabajo que además de evitar un impacto negativo en el medio ambiente sirve para dar una segunda oportunidad a personas que, en el juego económico actual, corren el riesgo de verse excluidas definitivamente del sistema.

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INFOGRAFÍA: Noemí Martínez con datos de aRopa2.

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