Clara Campoamor, del taller de costura a la consecución del sufragio femenino - La Voz de las Costureras
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Clara Campoamor, del taller de costura a la consecución del sufragio femenino

Una de las mujeres a las que hay que agradecer el voto de la mujer en España es, sin lugar a dudas, Clara Campoamor. Esta política madrileña, abogada, escritora y activista fue una firme luchadora en favor de este derecho fundamental. Una de esas personas esenciales de nuestra historia que, por avatares de la vida, comenzó su carrera profesional como modista.

Carmen Eulalia Campoamor Rodríguez, conocida como Clara Campoamor, fue una abogada, escritora, política y activista madrileña. Hija de modista y contable, Clara se vio forzada tras la muerte de su padre a trabajar para contribuir a la economía familiar. Por esta razón comenzó trabajando primero como modista, después como dependienta de comercio y posteriormente como telefonista.

Una mujer inquieta que si algo demostró a través de sus decisiones fue su constancia. Una fortaleza que le llevó a lograr grandes hitos. Uno los cuales fue la consecución, en junio de 1909, de una plaza en el cuerpo auxiliar de Telégrafos del Ministerio de Gobernación. Pero si hablamos de logros, puede que el primer gran hito de su carrera fuera la consecución del primer puesto en las oposiciones para el Ministerio de Instrucción Pública, acontecimiento que le valió su empleo como profesora especial de taquigrafía y mecanografía en las Escuelas de Adultas. Un empleo que compatibilizó con el de secretaria de Salvador Cánovas Cervantes, director del periódico conservador La Tribuna. Este trabajo determinó la siguiente fase de su carrera profesional, ya que el contacto con la vida periodística despertó su interés por la política y por la publicación de sus ideas en artículos de prensa.

Gracias a ella, las mujeres podemos votar en España

​En el año 1924, Clara Campoamor se licenció en Derecho y un año después se convirtió en la segunda mujer, tras Victoria Kent, en incorporarse al Colegio de Abogados de Madrid. Poco tiempo después, tras la proclamación de la Segunda República, fue elegida diputada por el Partido Radical, al que se había afiliado, según explican en Wikipedia, por ser «republicano, liberal, laico y democrático».

Dentro de su trabajo en el terreno de la política se encuentran grandes logros, como la consecución del sufragio universal, un concepto que incluía ya a las mujeres en la ecuación (hasta la fecha, el derecho al voto solamente lo ostentaban los hombres). No en vano esta abogada formó parte del equipo que elaboró la Constitución de la Nueva República, organismo dentro del cual luchó por establecer: la no discriminación por razón de sexo, la igualdad jurídica de hijos e hijas habidos dentro y fuera del matrimonio, el divorcio y el sufragio universal, a menudo llamado «voto femenino», aprobado finalmente con 161 votos a favor y 121 en contra, con apoyo de un amplio espectro ideológico.

El estallido de la Guerra Civil forzó el exilio de Clara Campoamor en Ginebra, ciudad tras la que se mudó a la argentina Buenos Aires, donde trabajó como traductora, conferenciante y escritora. Publicó 29 textos divulgativos en la revista femenina Chabela y tradujo a Víctor Hugo y Émile Zola.

Sus restos descansan hoy en el cementerio de Polloe, en la ciudad guipuzcoana de San Sebastián.

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