Electrónica aplicada con un fin social, una colaboración entre el Centro San Valero y Estelar
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Centro San Valero con Estelar, asociación que confecciona textil solidario para bebés prematuros

Aprendizaje aplicado a un fin social, una colaboración entre el Centro San Valero y Estelar

Fotos de la galería e interiores (artículos elaborados y donados por los estudiantes de San Valero a la asociación): Estelar y Revista Engranaje del Centro San Valero

Artículos decorativos que ayudan a familias con bebés prematuros. Así es la donación que han hecho alumnos del Centro San Valero de Zaragoza a la asociación Estelar, que confecciona textiles que otorgan calidez a las UCIs pediátricas zaragozanas. Una colaboración nacida en 2017 y que sirve a la asociación para la obtención de fondos para su labor solidaria al tiempo que permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos con un fin social. Aprendizaje aplicado que ayuda a los alumnos a crecer como profesionales y como seres humanos.

«Si vas con algo que vives, y se lo transmites, los chavales colaboran», explica Eduardo López, Responsable de Actividades Extracurriculares del Centro San Valero. Una institución que colabora con Estelar, asociación de ayuda a familias con bebés prematuros, desde que conociera el proyecto a finales del año 2017. «Yo voy la Comisión de Cultura, Deporte y Educación de la Junta de Distrito de La Estación del Norte, que se reúne una vez cada dos meses. Allí conocimos a Pilar, en octubre de 2017. Ella habló de su entidad, explicó lo que era Estelar, y comentó que toda ayuda sería bienvenida. A mí se me ocurrió que nosotros podríamos, con los alumnos de Electrónica y Construcciones Metálicas, construir artículos de regalo que puedan vender en mercadillos solidarios para poder comprar la materia prima que necesitan», recuerda.

Donación de los alumnos del Centro San Valero de Zaragoza a Estelar. Foto: Estelar

Donación de los alumnos del Centro San Valero de Zaragoza a Estelar. Foto: Estelar

Estelar, que este año ha cumplido su tercer año de recorrido, confecciona textiles que ayudan a alegrar las UCIs pediátricas aragonesas, así como prendas para bebés prematuros, tan difíciles de encontrar en el mercado. Un trabajo solidario para el cual cuentan con una red de colaboradores que, o bien aportan su saber hacer en costura y tejido, o bien donan material para la elaboración de unos artículos que regalan a los hospitales. Una red que desde este año cuenta con todo un ejército de estudiantes que elaboran artículos para que Estelar pueda obtener financiación para su labor.

Aunque la colaboración con la asociación aragonesa es una de tantas acciones englobadas en lo que ellos llaman APS. «El APS son las siglas de Aprendizaje Servicio, consiste en que los alumnos hagan una labor social al tiempo que ponen en práctica sus aprendizajes en la escuela. El alumno pone en práctica sus estudios en favor de una entidad de carácter social como Atades o Fundación Ser Más», apunta López.

En el marco de su acción solidaria relacionada con el aprendizaje los alumnos del Centro San Valero han realizado múltiples acciones, como un brazo biónico para un niño que había nacido sin un brazo y que obtuvo el  Premio Ebrópolis de Buenas Prácticas Ciudadanas del pasado año 2017. Otros de los trabajos que han realizado los estudiantes de este centro zaragozano fue la adaptación de una silla de ruedas a una bicicleta, donada a Centros de Educación Especial, para que «un chico que tiene una cierta autonomía pueda llevar, en el patio del recreo, a un compañero suyo que no tiene autonomía», explica.

Brazo biónico aragonés hecho en el Centro San Valero de Zaragoza

Brazo biónico aragonés hecho en el Centro San Valero de Zaragoza. Pulsa en la imagen para enlace a noticia.

La imaginación y capacidad de estos estudiantes, de entre 16 y veintitantos años de edad, no tiene límites. «Los alumnos de electrónica inventaron un artilugio que con pasar la mano sube y baja las persianas», comenta Eduardo López. Se trata de un sistema que ya existe en el mercado, pero el centro, con la colaboración de diferentes entidades públicas y privadas, intenta regalar a quien no puede permitírselo: este sería el objetivo último del proyecto. El sistema resultaría de gran utilidad para personas mayores o enfermos que no tienen fuerza o agilidad para subir y bajar persianas.

Desgranadora de maíz diseñada y elaborada por alumnos de San Valero. Foto: Revista Engranaje.

Desgranadora de maíz diseñada y elaborada por alumnos de San Valero. Foto: Revista Engranaje.

Una hípica, que aportó el material, recibió una rampa necesaria para que niños con discapacidad puedan subir a los caballos en sus clases de equinoterapia, y un poblado de Senegal recibió una desgranadora de maíz a pedales. La idea de este último invento le surgió a un alumno de San Valero que escuchó de un amigo suyo, colaborador de una ONG, que existían poblados en el país africano donde la gente desgranaba el maíz a mano. Entonces el muchacho pensó en construir una bicicleta donde se ponen las mazorcas y, al pedalear, cae el grano. Una invención que alivia el esfuerzo del trabajo en un lugar sin acceso a energía eléctrica.

«Si el alumno que aquí ha participado en alguna de estas labores, luego cuando sea más mayor, cuando esté en la universidad, le ha quedado esa semilla y colabora en el futuro con una entidad, ya hemos logrado una segunda función», anota.

La difusión, esencial

Unas actividades que añaden valor al aprendizaje de los adolescentes y que quieren dar a conocer a entidades sin ánimo de lucro. «Tenemos 850 alumnos de más de 16 años dispuestos a colaborar pero muchas veces no tenemos dónde ayudar», comenta López. El centro busca entidades con las que establecer acuerdos de colaboración, con un fin únicamente social, no económico. «Una de las premisas fundamentales del APS es que tenemos que evitar competencia desleal. Nosotros hacemos cosas que sino no se harían», apunta.

Para lograr sus objetivos, la difusión es fundamental. «Expliqué este proyecto en un foro que organizó el Servicio de Juventud del Ayuntamiento de Zaragoza con la Universidad de Zaragoza. Luis Pastor, que fue concejal del Ayuntamiento de Zaragoza y que trabaja para la Fundación Ser Más, me escuchó y me contactó. Desde entonces, ya van a hacer cuatro años y medio, usuarios de la fundación vienen a hacer deporte a nuestras instalaciones», comenta.

Aunque colaborar no siempre resulta sencillo. «Hemos construido una sociedad en la que a veces es difícil hasta ayudar», se lamenta López, aunque tal y como le comentó Luis Pastor en una de sus reuniones, las cuestiones burocráticas «son asuntos que los adultos tenemos que resolver, que no nos frenen», recuerda, puesto que, tal y como asegura, «lo cómodo es no hacer nada. Si no haces nada seguro que no haces nada mal».

El Centro San Valero imparte formación de ESO, Bachillerato, Formación Profesional Básica y Ciclos de Grado Medio y Superior de las familias de Administración y Gestión, Informática y Comunicaciones, Fabricación Mecánica, Instalaciones y Mantenimiento, Electrónica y Electricidad y Automoción. Está ubicado en la calle Violeta Parra de la localidad aragonesa de Zaragoza. Para más información puedes acceder a la web www.sanvalero.es.

Centro San Valero de Zaragoza

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