Entrevista a Ana, tercera expulsada de `Maestros de la Costura 4´ - La Voz de las Costureras
EntrevistasMaestros de la Costura

Entrevista a Ana, tercera expulsada de `Maestros de la Costura 4´

«Estoy orgullosa de formar parte de este oficio y del valor que se le está dado hoy en día»

Foto: RTVE

Ana nunca lo tuvo fácil para coser, pero esta jerezana de 31 años quiso dejar a un lado sus condicionantes y lanzarse como aspirante a aprendiz de `Maestros de la Costura´. Y lo consiguió. Esta modista de corazón y tradición familiar entró en el televisivo taller y llegó hasta el tercer programa, momento en el que una endiablada cinturilla cercenó su continuidad. Ana entró con ganas de vencer, no solo a sus compañeros y adversarios, sino también a esa hiperhidrosis, una excesiva sudoración en las manos, que quiso apartarla de su amor por la costura. Una lucha diaria con la que se bate cada día, que la aparta instintivamente del contacto con otras manos, pero que no ha podido con el deseo de esta gaditana de coser, crear y soñar.

LA VOZ DE LAS COSTURERAS: Vista la última prueba en la que participaste con distancia. ¿Qué crees que falló en el diseño de tu falda y su confección? Si pudieras repetir la prueba. ¿Qué harías?

ANA: Pues, realmente falló la ejecución de la falda. Me refiero a la costura. Hice la cinturilla de otra forma para poder acabar lo antes posible y, claro, al final eso pasa factura.

L.V.C.: Hubo un detalle muy bonito de Raquel en tu expulsión en la que te “forzó” a que le dieras la mano, un gesto en favor de la normalización de la hiperhidrosis. Un detalle que da idea de hasta qué punto resulta condicionante en tu día a día. ¿Te lleva a evitar el contacto, como daba a entender Raquel? ¿Cómo le explicarías a alguien que no conozca la hiperhidrosis hasta qué punto condiciona tu vida y tu participación en el concurso?

A.: El detalle de Raquel me tocó el corazón y se lo agradezco con toda mi alma. La verdad que desde pequeñita estoy acostumbrada a no tener contacto piel con piel, si tengo las manos mojadas, que es casi siempre, mis 24 horas al día. Desde pequeña, tenía mucho complejo. Cuando tocas a alguien y se limpia, o en tu cara te dice “qué asco”… eso te limita bastante. Al final, te crea complejo y hace que no interacciones como el resto de las personas. A mí me cuesta mucho trabajo, porque soy una persona muy cariñosa, pero intento siempre que voy a tocar a alguien que sea encima de su ropa y nunca en su piel, para no mojarla. Jamás dejo que me toquen las manos, porque ya he sentido muchas veces rechazo y mentalmente se vuelve algo automático. Por eso con Raquel dije “no”. Me encantó que se reivindicara de esa manera y que la gente lo pudiera ver. Ella es todo un amor.

L.V.C.: ¿Cuál ha sido la prueba que más difícil te ha resultado abordar de las que has participado?

A.: Hombre, sin lugar a duda, el papel. Lo pasé muy mal. Se me pasó por la cabeza como unas 3 o 4 veces dejar la prueba y no continuar. Se me desintegraba el papel en la mano. Lo tenía tan mojado que cuando lo pasaba a máquina se desgarraba, quería llorar de desesperación. Varias veces tuve que coger aire y decir: “tú puedes”.

L.V.C.: Muchas de las personas que cosen lo hacen porque tienen una relación emocional con la costura debido a la contemplación, como es tu caso, de una madre o una abuela fabricando prendas para toda la familia. ¿Qué significa para ti la costura?

A.: Me he criado entre costureras. Mis abuelas, tanto paterna como materna, cosían muchísimo. La paterna incluso trabajaba de ello. Yo nunca quise coser, porque las veces que lo intenté me frustraba tanto que al final siempre acababa enfadada conmigo misma. Desistí por completo, me lo veté a mí misma. Mira que me gustaba, pero era tal la frustración que me creaba que no podía mentalmente con ello. Hasta que un día dije: “¡basta ya!”. Hoy, me hubiera encantado que mis abuelas lo supieran, porque estarían súperorgullosas de mí. Una ya ha fallecido y la otra tiene Alzheimer.

 

L.V.C.: ¿Tienes alguna anécdota divertida relativa a tu aprendizaje en costura?

A.: Solo llevo cuatro años cosiendo, pero este último año y medio ha sido cuando le he dado mucha caña. Lo tenía tan integrado y pasaba tanto tiempo en el taller que un día bajé a tomar una caña con mis amigas y, cuando llegué a casa, no me di cuenta y me pasé por todo Málaga con el metro colgado y el acerico puesto jajajaja.

L.V.C.: ¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración en tu proceso creativo?

A.: Me inspiro en muchas cosas. Viendo películas, paseando por la calle… Resulta extraño, pero la arquitectura me inspira bastante, los cuadros, la música…

L.V.C.: ¿Cómo te gustaría definir tu estilo? ¿Y a ti misma?

A.: Me gustan las cosas sencillas y elegantes, más bien clásica, pero a la vez con algo innovador. Me gustan mucho las prendas monocolor y los estampados pequeños. Soy como muy exigente con los tejidos y me gustan que tengan calidad, porque le da mucho peso a la prenda (con peso, me refiero a importancia).

L.V.C.: ¿Con qué te quedas de tu paso por el concurso? ¿Qué aprendizajes técnicos y personales te llevas?

A.: Me quedo con todo. Ha sido una experiencia increíble, he aprendido muchísimo de mis compañeros, las técnicas de patronaje de cada uno de ellos eran diferentes y el patronaje me gusta mucho.

L.V.C.: ¿Cómo te gustaría ser recordada tras tu paso por el programa?

A.: Pues al menos con cariño, que es como recuerdo yo a todos mis compañeros. Me gustaría que me recordasen como una persona luchadora que, aunque no sea un diez en técnica, lucha para poder llegar a serlo.

L.V.C.: ¿Crees que Maestros de la Costura servirá para poner en valor la artesanía en la costura?

A.: La verdad es que gracias a Maestros de la Costura le damos mucha visibilidad a un oficio que creo que la gente lo tiene bastante olvidado. Estoy orgullosa de formar parte de este oficio y del valor que se le está dado hoy en día. Entre todos sumamos un poquito más.

Siguiente artículo Fermín, sexto expulsado de `Maestros de la Costura 4´
Artículo previo Nani y Ancor, cuarta y quinto expulsado de `Maestros de la Costura 4´

Related posts