«La costura es un método para desarrollar mi creatividad»
Fotos: RTVE
El rugido de su moto custom cedió paso al mecánico traqueteo de la máquina de coser que Mily pudo «conducir» durante ocho de los diez programas que componen `Maestros de la Costura´. Una salida sorprendente a las puertas de la final para una de las concursantes más prometedoras de esta cuarta edición, que llegó al taller pisando fuerte con su marcada estética rockabilly. Mily, segoviana de 53 años, regentó durante veinte años una tienda de ropa en su ciudad natal, establecimiento que cerró cuando ella y su marido decidieron mudarse a Benidorm. Autora de todas las prendas que luce, la aprendiz manchega recorre España en moto junto con su esposo, Roberto Gil, vocalista del grupo rockabilly Tennesse. Para Mily la costura es sinónimo de relajación, así como una herramienta para el desarrollo de su creatividad, que ha dado como resultado una estética femenina y vintage que a nadie deja indiferente.
LA VOZ DE LAS COSTURERAS: Una de las mejores modistas de esta edición no pudo llegar a la final. ¿Qué prenda hubieras hecho en la prueba que te llevó a la expulsión de haber contado con tiempo para pensar y ejecutar? ¿En qué medida la prueba por equipos condicionó tu estado personal a la hora de afrontar la prueba de expulsión?
MILY: Hubiera hecho un sujetador y una braga acorde con la prueba. Llegué muy decepcionada por todo lo que había pasado y no llegué nada MOTIVADA a la prueba.
L.V.C.: Comentabas en una entrevista que te costó entrar en el programa porque tu marido se encontraba ingresado en ese momento. ¿Cómo fue el momento de su visita, cuando pudiste verlo, en el programa de su expulsión?
M.: Pues os lo podéis imaginar, fue de lo mejor que me ocurrió en toda la edición, el verlo recuperado casi del todo me hizo que me recargara las pilas para esa semana crucial.
L.V.C.: Tu estilo rockabilly ha sido un soplo de aire fresco en el programa. ¿Qué tiene este estilo para que seas fiel a él desde tu adolescencia?
M.: Es un estilo que tiene mucho glamour, los diseños van dirigidos a realzar la figura femenina, fue una época muy creativa, no solo en la moda, sino también en la arquitectura, electrodomésticos, coches… A nivel musical fue una revolución, por todo ello me enamoré y me atrapó para siempre.
L.V.C.: ¿De qué prenda te sientes más orgullosa en el programa?
M.: De la prenda de baño que hice a Lidia y que me sirvió para obtener el mandil dorado.
L.V.C.: ¿Qué te hubiera gustado confeccionar de haber tenido la oportunidad?
M.: El vestido de la final que tenía en mente.
L.V.C.: ¿Qué significa para ti la costura?
M.: Es un método de desarrollar mi creatividad. La costura siempre, hasta hace bien poco, estaba en un segundo plano. Ahora me ayuda a relajarme, a superarme, pues al ser autodidacta, cada vez hacia modelos más complicados. Sin tener la suficiente formación cuando los veía terminados, me parecía imposible que yo hubiera hecho esa prenda, ahora estoy muy orgullosa.
L.V.C.: ¿Tienes alguna anécdota divertida relativa a tu aprendizaje en costura?
M.: Soy disléxica y más de una vez, he puesto las mangas al revés, y todavía me ocurre.
L.V.C.: ¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración en tu proceso creativo?
M.: Las películas de los años 40 y 50, de ahí saco muchos modelos de los que hago.
L.V.C.: ¿Cómo te gustaría definir tu estilo? ¿Y a ti misma?
M.: Glamour y feminidad.
L.V.C.: ¿Con qué te quedas de tu paso por el concurso? ¿Qué aprendizajes técnicos y personales te llevas?
M.: Con todo en general y en especial con mi amistad con Ancor y familia.
L.V.C.: ¿Cómo te gustaría ser recordada tras tu paso por el programa?
M.: Como una persona transparente que afrontó las dificultades sin perder la compostura.
L.V.C.: ¿Crees que Maestros de la Costura servirá para poner en valor la artesanía en la costura?
M.: Puede y espero que sí, para que mucha gente joven empiece a valorar este bonito y apasionante oficio.