«La costura para mí es crear, poder desconectar de la realidad y relajarme, poder hacer realidad muchos sueños»

Fotos: RTVE

Fran dice de sí mismo que es «más llano que una peseta y más alegre que unas castañuelas» y lo cierto es que con su ausencia Maestros de la Costura perdió algo de su color. La salida de este malagueño de treinta años, que empezó a coser hace diez, le alzó como ese alumno discreto que, sin embargo, colmaba de alegría los momentos más inesperados. La música y la costura son sus pasiones y su inspiración el flamenco, las grandes copleras, lo clásico y los vestidos de gala. Destaca del jurado del programa, en el que permaneció cinco galas, lo clásico de Lorenzo Caprile, lo moderno de Alejandro Palomo y el colorido de María Escoté. Entre sus sueños se encuentra vestir a Isabel Pantoja, vestir el uniforme de gala de su banda de música o vestir a las damas y reinas de la feria de Marbella. Y vivir, día a día, invirtiendo en vida y futuro.

LA VOZ DE LAS COSTURERAS: Comentas en tu presentación que tu estilo es flamenco y clásico. De todo lo que has podido coser y crear en tus diez años de aprendizaje, ¿de qué prenda te sientes más orgulloso?

FRAN: Pues sí, me considero flamenco, porque aquí los volantes y los trajes de gitanas se llevan mucho y me enamoran. También soy clásico, porque soy de un corte clásico a la hora confeccionar. De la prenda que me siento más orgulloso, pues … ¿qué dedo me corto para que no me duela? Tengo varias, la verdad, pero si tengo que decantarme lo hago por el primer traje que hice, que fue para la Virgen de la Amargura.

L.V.C.: También comentas que te gustaría vestir a Isabel Pantoja. ¿Te imaginas el traje que diseñarías para ella?

F.: Sí, es verdad que lo digo, pero son palabras mayores. Ella ha sido vestida por grandes profesionales. En cuanto al diseño, no sabría qué decir, lo hablaría con ella, le preguntaría con qué se siente más cómoda, pero ella es el flamenco clásico en confección, a mí padecer.

L.V.C.: En tu presentación también decías que el programa era una oportunidad para aprender, puesto que no hubieras podido costearte estudios de este nivel. ¿Qué destacarías de este aprendizaje? ¿Puede que este punto de partida fuera el causante de la serenidad que transmitías en todos los programas en los que participaste?

F.: ‘Maestros de la Costura’ ha sido un total aprendizaje, en lo profesional como en lo personal, pues ha habido muchas cosas en las que he perfeccionado y otras muchas más que me quedan por aprender.

Fran en su imagen de presentación. Foto: RTVE

L.V.C.: ¿Te sientes más costurero o más diseñador?

F.: Muchísimo más costuro, por supuesto. Como he dicho, no he tenido estudios de moda, entonces, el tener más visión a la hora de diseñar cuesta. Pero tú me das a mí las cositas para cortar y coser y como dice Raquel: “coser y cantar todo es empezar». Pues a coser.

L.V.C.: Muchas de las personas que cosen lo hacen porque tienen una relación emocional con la costura debido a la contemplación de una madre o una abuela fabricando prendas para toda la familia. ¿Qué significa para ti la costura?

F.: Pues la costura es innata en mí. He tenido abuelas que cosían, pero no he tenido el contacto con ella como para decir lo he “mamado” desde pequeño. La costura para mí es crear, poder desconectar de la realidad y relajarme, poder hacer realidad muchos sueños.

L.V.C.: ¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración en tu proceso creativo?

F.: Depende del momento y para qué, pero intento que las prendas puedan hablar de mí y que tengan historia o anécdota.

L.V.C.: ¿Cómo te gustaría definir tu estilo? ¿Y a tí mismo?

F.: Pues clásico, comercial y posible. En cuanto a mí mismo, pues más llano que una peseta y más alegre que unas castañuelas.

El concursante en un momento del programa. Foto: RTVE

L.V.C.: ¿Con qué te quedas de tu paso por el concurso? ¿Qué aprendizajes técnicos y personales te llevas?

F.: Me quedo con la experiencia vivida delante y detrás de las cámaras, la parte humana, el compañerismo y con los doces compañeros. Aprendizaje técnico, sobre todo, el saber hacer la bragueta del pantalón y, del personal, el saber que me adapto a cualquier situación y a cualquier círculo de personas.

L.V.C.: ¿Cómo supiste de Maestros de la Costura?

F.: Soy fans del programa desde su primera edición.

L.V.C.: ¿Cómo te animaste a participar en el programa?

F.: Tengo muy poca vergüenza y veía una gran oportunidad para personas amateur poder aprender de grandes maestros.

El aprendiz en el momento de su salida del programa. Foto: RTVE

L.V.C.: ¿Qué recuerdas del proceso de selección?

F.: Los nervios del primer casting, el nudo en el estómago, la de personas que conoces y el ir viendo cómo se va cumpliendo un sueño y que un año estás en el sofá y al otro puedes ser tú quien estés en la pantalla. Son cosas tan grandes lo que se siente que cuesta expresarlas con palabras

L.V.C.: ¿Cómo te gustaría ser recordado tras tu paso por el programa?

F.: Como el alumno correcto que calló y trabajó y que se fue con mucho arte y elegancia.

L.V.C.: En mi página trato dar a conocer el valor del trabajo de costureras, modistas, tejedoras… al escribir un periódico digital especializado en su trabajo, sus vivencias y sus recuerdos. ¿Crees que Maestros de la Costura servirá para poner en valor la artesanía en la costura?

F.: Gracias a Maestros de la Costura está volviendo a recordar al mundo que en España también hay mucha costura.

L.V.C.: Una vez fuera del concurso, y después de haber probado la televisión, la costura y el diseño a otro nivel… ¿cómo te gustaría que se desarrollara tu carrera profesional?

F.: Eso solo Dios lo sabe, que sea lo que Dios quiera. Estoy dispuesto a todo y no me cerraría a nada. Ahora toca seguir aprendiendo y a trabajar mucho. Pero sí me gustaría trabajar en algún taller cosiendo o en lo que quisieran.