«Una prenda necesita mucho mimo y dedicación»
Fotos: RTVE
La `chica de Parla´ desafió los obstáculos y venció. Y es que la madrileña Laura, con esa arraigada costumbre de lucha que se adquiere cuando la vida no te regala nada, consiguió llegar a la semifinal de la cuarta edición de `Maestros de la Costura´. Armada de simpatía aprendió a capear los temporales del televisivo taller, al que llegó con el poco rodaje que pudo adquirir durante el confinamiento, momento en el que descubrió el mundo de la costura. Pero esta administrativa de 36 años, que trabaja también de camarera los fines de semana, ha sabido ver, escuchar y aprender. Todo ello desde esa «verdad» con la que conquistó a sus compañeros aprendices, y que cautivó al implacable jurado del programa de RTVE.
LA VOZ DE LAS COSTURERAS: La `chica de Parla´ casi en la final. ¿Cómo se siente una semifinalista de `Maestros de la Costura´?
LAURA: Realmente no me lo llego a creer. De hecho, la gente cuando me da la enhorabuena me cuesta reconocerlo. Ha sido un sueño poder llegar tan lejos.
L.V.C.: Si algo han destacado tus compañeros y el jurado es tu simpatía y el hecho de que seas “todo verdad”, como apuntó Lorenzo Caprile en uno de sus programas. ¿Tu forma de ser te ha ayudado en la convivencia con el resto de aprendices?
L.: Creo que ha sido clave para poder convivir con ellos y un punto a mi favor ser así. La frase “todo verdad” me pareció preciosa por parte del jurado. Me gustó mucho que destacarán eso de mí.
L.V.C.: ¿Cuáles crees que han sido tus puntos fuertes y tus puntos débiles a la hora de diseñar y confeccionar?
L.: Mis puntos débiles son los malditos nervios. Mis fuertes, mis ganas de aprender, no dejar de luchar y la creatividad.
L.V.C.: ¿Cómo has vivido tu evolución como costurera a lo largo de los nueve programas en los que has participado?
L.: Mi evolución ha sido muy grande. Entré en el taller sin saber apenas nada y no sabía defender y terminar una prenda, cosa que cuando me fui ya lo hacía. Realmente mejoré muchísimo.
L.V.C.: ¿De qué prenda te sientes más orgullosa en el programa?
L.: Mi traje marrón low cost de mi último programa. Realmente ese día pude demostrar que sabía coser y hacer un buen acabado que ni el jurado pensaba que era mío… Fue mi prenda estrella.
L.V.C.: ¿Qué te hubiera gustado confeccionar de haber tenido la oportunidad?
L.: Un top con volúmenes que en casa practicaba muchísimo y era ideal… pero en el taller no me atrevía.
L.V.C.: ¿Qué significa para ti la costura?
L.: La costura para mí es una forma de crear y expresar algo de mí. Coser siempre ha sido un canal para desconectar del mundo y entrar en mi mundo. Es una terapia fantástica para esos días que no son los mejores.
L.V.C.: ¿Tienes alguna anécdota divertida relativa a tu aprendizaje en costura?
L.: Tengo muchas… pero la del dedal es fantástica. La primera vez que me lo puse fue en el dedo índice y empujaba con el corazón.
L.V.C.: ¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración en tu proceso creativo?
L.: Me gustan mucho los clásicos, Balenciaga me parece un auténtico Dios.
L.V.C.: ¿Cómo te gustaría definir tu estilo? ¿Y a ti misma?
L.: Creo que mantengo un estilo clásico, pero con toque muy mío. Intento usar gamas de colores fuertes.
L.V.C.: ¿Con qué te quedas de tu paso por el concurso? ¿Qué aprendizajes técnicos y personales te llevas?
L.: A nivel técnico, me quedo con las buenas transformaciones que he aprendido. Y a nivel personal, que de aquello que te gusta hacer jamás te cansas y terminas teniendo una relación de amor con ello.
L.V.C.: ¿Cómo te gustaría ser recordada tras tu paso por el programa?
L.: Realmente, como la chica que entró con ganas de saber y aprender y que los nervios no le dejaron demostrarlo, pero que tras su paso demostró que sabía mucho más de lo que pudo demostrar.
L.V.C.: ¿Crees que Maestros de la Costura servirá para poner en valor la artesanía en la costura?
L.: Claro que la pone en valor, pero es verdad que una buena prenda y un buen acabado no se puede conseguir en ese tiempo. Al final una prenda necesita mucho mimo y dedicación.
