«Para mi crear ropa ha sido un paso natural sostenido en el tiempo»
Fotos: RTVE.
Un golpe de mala fortuna sacó a Marc, patronista barcelonés de 32 años, de la tercera edición de Maestros de la Costura, a pesar de ser uno de los favoritos de la audiencia. Un apasionado de la ropa, la moda y el estilo de vida californiano, este skater y surfero de 32 años pasó varios años en el mundo de la moda hasta que, tras un parón, regresó con el objetivo de centrarse en el patronaje. EEUU, su música y sus paisajes, aderezados por influencias japonesas y la elegancia de James Bond son el cóckel de su estilo como diseñador, aunque su objetivo a corto plazo sea entrar en el mundo de la moda como patronista. Marc tiene presente la dificultad para sacar adelante una empresa, aunque le encantaría lanzar su marca, así como impulsar la creación una cooperativa de empresas pequeñas que permitiera a diseñadores emergentes la oportunidad de arrancar y dar a conocer sus propuestas.
LA VOZ DE LAS COSTURERAS: Por lo que he visto en redes sociales, tu prematura marcha ha sorprendido a un número importante de seguidores del programa. ¿Qué sucedió en esa última prueba para que uno de los favoritos resultara expulsado?
MARC VIDAL: Sí, me ha sorprendido muy gratamente y estoy muy agradecido por ello. En la prueba de expulsión quise lucirme y crear un vestido bien pulido, por dentro y por fuera, compuesto por dos capas:
- La interior: en tejido de punto de camiseta entallado (obviamente sin pinzas)
- La exterior: con caída, que si lo hubiese hecho un poco más estrecho y hubiese pulido con arremetidos las grandes sisas crearía una línea vertical en la zona de la cintura, y que creara volumen en la cadera para acentuar una silueta de reloj de arena; contando con que la modelo tenía pecho.
Bien, cuando ya tenía cosido el vestido interior, que tenía dos costuras laterales y una en el centro de espalda, la de la espalda la cosida hacia fuera (oculta por la capa exterior) para que quedara mejor pulido en el interior.
Al juntar las dos capas por el escote, cogí de referencia la costura lateral como si fuera la del centro de espalda por las prisas, y cosí el vestido interior al revés por el escote con la capa exterior. Por si fuera poco, al coser la etiqueta bordada, con las prisas se me movieron un poco los tejidos, de modo que al hacer el pespunte de refuerzo del escote se me arrugó.
Finalmente, don Caprile, Raquel Sanchez Silva y Vicky Martín estuvieron un buen rato conversando conmigo, e iluso de mí, seguí hablando con ellos durante unos 15 o 20 minutos (en la tele dura 2-3 minutos) sin coser o trabajar al mismo tiempo… El tiempo se me echó encima, no pude pulir la prenda exterior, que además el ancho delantero no era el adecuado y sucedió la tragedia…
L.V.C.: Muchas de las personas que cosen lo hacen porque tienen una relación emocional con la costura, pero ¿qué significa para tí?
M.V.: A mí, me viene de mi afición/obsesión por la ropa. Desde pequeño me he fijado siempre en cómo vestía todo el mundo, llegando hasta el punto de saberme de memoria el ‘armario’ de cada uno de mis compañeros de clase. De pequeño ya tenía gustos muy definidos y quizás caprichosos, sobre todo en las zapatillas y en la ropa. Mi madre no sabe coser y jamás destrocé un pantalón como para ponerle los parches en las rodillas tan típico en los años 90. Para mí, fue un paso natural sostenido en el tiempo el acabar creando ropa, ya que me flipaban las estrellas de la música americana, cómo vestían, o los personajes de las películas y las series de televisión americanas. Siempre Norte América ha sido una gran influencia y quería ropa como la suya. Al empezar a estudiar la carrera descubrí más la sastrería y diseñadores elegantes, al principio solo me dejaba influir por la cultura del Skate y el Hip Hop.
L.V.C.: Al aprender a coser, siempre surge alguna anécdota. ¿Cuál es la tuya?
M.V.: Mi primera máquina de coser fue una que compré en el Lidl hace muchos años por 79€, sin marca (ahora creo que venden de marca), y con ella he cosido tejido vaquero y hasta piel. Me ha dado mejor resultado que una Singer que me regaló mi exsuegra y que se me rompió en dos ocasiones.
L.V.C.: ¿Cuáles son tus mayores fuentes de inspiración en tu proceso creativo?
M.V.: ¡La cultura americana sin duda! Los cowboys, el skate y el surf, California en general, los coches antiguos americanos, la arquitectura minimalista de Palm Springs en el desierto, y la arquitectura Googie y Art Deco, la cultura del Hip Hop y por encima de todo, la elegancia de James Bond. Los cómics japoneses como Dragon Ball también marcaron la infancia y, finalmente, el descubrimiento de los diseñadores de moda japoneses, americanos, franceses y británicos como: Rick Owens, Boris Bidjan Saberi, Olivier Roustein (Balmain), Hedi Slimane (Dior Homme, Saint Laurent y Celine), Rey Kawakubo (Comme Des Garçons), Junya Watanabe, Julius 7, Yohji Yamamoto, Martin Margiela, Ann Demeulemeester, Kris Van Assche (Dior Homme y Berluti)…
L.V.C.: ¿Cómo te gustaría definir tu estilo? ¿Y a ti mismo?
M.V.: Mi estilo lo defino como “SKATE + ROCK + DANDY”. Hace referencia a la cultura californiana del surf y el skate, la música y los estilismos de los artistas, y la elegancia de los dandis y James Bond de la sastrería. A mí mismo, me defino como una persona inquieta e inconformista que busca siempre ir un paso mas allá, que le gusta vivir en una ciudad pero que necesita espacio, especialmente los fines de semana y el contacto con la naturaleza. Me encantaría vivir en Florida, en California o Australia; si bien soy muy mediterráneo y fan de los Pirineos y la Costa Brava.
L.V.C.: ¿Con qué te quedas de tu paso por el concurso? ¿Qué aprendizajes técnicos y personales te llevas?
M.V.: Me quedo, sin duda, con la experiencia y la gente. La convivencia con los compañeros que ha sido magnífica y la oportunidad de trabajar con tantos materiales de la mercería en las pruebas a pesar de no tener tiempo para saborearlo y disfrutarlo. Conocer al jurado y a Raquel Sánchez Silva ha sido genial, así como poder coser prendas de Adolfo Domínguez en su taller, a pesar de haberlas destrozado.
L.V.C.: ¿Cómo supiste de Maestros de la Costura? ¿Cómo te animaste a participar en el programa? ¿Qué recuerdas del proceso de selección?
M.V.: Lo vi anunciado por televisión y vi el capítulo en que les hacían unos trajes a las Nancys Rubias. Más adelante, un día estaba haciendo una clase dirigida en el gimnasio y, en mitad de la clase, un compañero me preguntó si yo cosía y que por qué no me apuntaba al concurso, que él lo veía y que podría ser divertido. Busqué sobre los castings y mandé una solicitud. ¡Fue todo muy rápido!
L.V.C.: ¿Cómo te gustaría ser recordado tras tu paso por el programa?
M.V.: Me preocupaba al entrar poder dejar en entredicho mi carrera y mi profesionalidad, el programa debía de ser una oportunidad para abrir horizontes en el sector textil y brindarme nuevas oportunidades laborales, no para ser famoso de televisión ni para ir a otro reality show ni nada por el estilo. Me gustaría ser recordado como una persona con experiencia en el sector, con la que los espectadores y fans del programa se puedan sentir identificados y si puedo animar a alguien a coser o a coser más y mejor, o enseñar algo a alguien, me quedo muy satisfecho…Y si no también, claro.
L.V.C.: En mi página trato dar a conocer el valor del trabajo de costureras, modistas, tejedoras… al escribir un periódico digital especializado en su trabajo, sus vivencias y sus recuerdos. ¿Crees que Maestros de la Costura servirá para poner en valor la artesanía en la costura?
M.V.: Me encantaría que así fuera, España ha sido pionera en el sector textil, de la piel y del calzado. Tenemos una industria que en su momento fue enorme y que sigue siendo muy grande pero resulta estar fuera del alcance de los pequeños creadores, ya sean nuevos o de siempre, pero empresas pequeñas. Tenemos una mano de obra impresionante y un talento enorme, tenemos que encontrar la manera de poder venderlo más y mejor, tanto en nuestro país como en el resto del mundo.
Cada vez cuesta más encontrar grandes costureras, y las que hay son muy valoradas por las empresas, al igual que los patronistas, porque son los que refuerzan la calidad del diseño de la prenda con un aplomo de prenda perfecto y unos acabados de prenda perfectos.
L.V.C.: Una vez fuera del concurso… ¿cómo te gustaría que se desarrollara tu carrera profesional?
M.V.: Quiero seguir diseñando y patronando. Siendo realistas montar una empresa desde cero es prácticamente imposible y muy caro, sobretodo en nuestro país. Quisiera encontrar un cargo de responsabilidad a nivel diseño o dirección creativa, o bien de patronista senior o jefe de taller que incluya el patronaje, para dar lo máximo a la empresa que apueste por mí.
Si salimos de la zona de confort y me atrevo a soñar, me gustaría crear una marca que tengo en mente desde hace tiempo, con toda una filosofía detrás, desde cómo se realizan las prendas, el público al que va dirigido, los materiales y la innovación.
Y mas adelante crear algún tipo de proyecto incubadora para desarrollar nuevos proyectos de diseñadores emergentes, y que derive a una cooperativa de empresas pequeñas para poder tener acceso a una mejor industralización y desarrollo positivo y en ventas de estas empresas para que puedan crecer y vivir de su extenso trabajo.