«Moda y Vida», indumentaria aragonesa, geografía y clase social, en el Museo de Zaragoza
Fotos de la galería e interiores: Noemi Martínez Pérez.
Casi 200 años de indumentaria aragonesa, analizadas desde la perspectiva de la moda, el clima y la clase social, se recogen en «Moda y Vida», una exposición que permanecerá en el Museo de Zaragoza hasta el próximo día 23 de agosto de 2018. La muestra se compone de 150 prendas de ropajes procedentes de Pirineo, Valle del Ebro y Teruel.
«El concepto de reciclaje, de moda sostenible que ahora tanto se utiliza, se ha practicado durante toda la historia de la Humanidad de forma natural», explica Marian Rebolledo, comisaria de la muestra, en el catálogo de la exposición. «El concepto de moda, como se entiende en la actualidad, no era una cuestión que preocupara a las clases más humildes de la sociedad», continúa, puesto que el clima de la zona donde vivían, el trabajo que desarrollaban y la capacidad económica eran factores que determinaban el tipo de vestuario.
De hecho, a la actualidad han llegado únicamente las prendas más lujosas, puesto que las llamadas «de diario» se aprovechaban hasta quedar inservibles. «La economía de subsistencia basada fundamentalmente en la agricultura y la ganadería propiciaba la necesidad de aprovechar al máximo los recursos. Por ello, las materias primas procedentes del entorno: lana, lino, cáñamo, esparto y pieles, fueron la base de la confección del vestido y el calzado. A partir de estos materiales se desarrollaron industrias locales que coexistían con otras menos extendidas como la de la seda. Por otra parte, los tejidos y algodones, provenientes de las industrias catalanas finalizando el siglo XIX ganaron mucho terreno en la indumentaria de las clases populares por su comodidad, vistosidad y bajo precio», apunta María Jesús Ruiz Valero, de AUFA Somerondón (Asociación Universitaria de Folclore Aragonés).
A pesar de que la indumentaria la determinaban, generalmente, las condiciones de vida de sus usuarios, lo cierto es que durante el siglo XVIII se puso de moda el «majismo». «Como revulsivo del afrancesamiento de la sociedad -en el siglo XVIII con la llegada de la dinastía borbónica- aparece en España el fenómeno del majismo, referido a la vuelta de las clases altas a vestir como clases populares, llevado a un extremo de lujo que roza el ridículo. Quienes así vestían eran llamados en España «petimetres» y en Aragón «pijaítos«», explica Miguel Ángel Lahoz, experto en el siglo XVIII y coleccionista.
La exposición «Moda y Vida» recorre 200 años de indumentaria en función de la clase social de sus usuarios y de la geografía. La muestra dedica un apartado especial a la ropa blanca (ropa interior), así como a los mantones y a la indumentaria del Valle de Ansó, un ejemplo de conservación único en Aragón.

«La familia del infante Don Luis de Borbón» (1784) de Francisco de Goya, en la exposición.