«El recurso textil que ya tenemos en nuestras casas aún tiene una vida muy larga»
Foto: Noemi Martínez Pérez. Entrevista realizada en el Café Botánico de Zaragoza
La conciencia sobre el aprovechamiento de recursos textiles llevó a las igger Pilar Barceló y Amy Nicole a lanzar `Restyling Exchange´, un movimiento internacional de transformación de ropa que cada año tiene más adeptos. Su excelente acogida les ha llevado a repetir, en 2019, esta experiencia de intercambio de prendas entre instagramers para su transformación en un nuevo outfit. Upcycling, concienciación y creatividad, todo en uno.
Restyling Exchange surgió en 2017 por iniciativa de Pilar Barceló y Amy Nicole, conocidas instagramers relacionadas con el craft y la transformación textil. «Una amiga de Instagram y yo hicimos un intercambio: ella me mandaba algo suyo, yo le mandaba algo mío y nos lo transformábamos. Amy lo vio y me dijo en un comentario “esto tiene muy buena pinta, por qué no lo hacemos a nivel global”. Entonces nos pusimos en contacto y nació la idea, de un comentario de Instagram», sonríe.
La iniciativa tuvo como primera impulsora a la fotógrafa zaragozana Pilar Barceló, licenciada en Bellas Artes y Master en Relaciones Internacionales, que comenzó a coser durante su estancia de seis años en Inglaterra, país al que acudió por primera a través del programa Erasmus. Una estancia interrumpida por su viaje a Túnez y al sudeste asiático, y que terminó con el retorno de Barceló a España.
Una enriquecedora experiencia de la que se impregnan todos los proyectos de la zaragozana, como Restyling Exchange, una iniciativa que parte de la preocupación de Barceló por la excesiva generación de residuos que genera la industria textil. «Ya tenemos suficientes cosas en el armario. Es cierto que hay cosas que puede que no nos gusten, que no nos quepan, que se hayan pasado de moda, pero eso no significa que lo tengas que tirar. Si le das una vuelta con la imaginación lo puedes modificar, lo puedes arreglar, o lo puedes transformar para otra persona. El recurso textil que ya tenemos en nuestras casas aún tiene una vida muy larga, no lo dejes pasar solo porque ya no te guste o no te quede bien», anota.
Este movimiento está en la línea de una creciente tendencia internacional en pro de la reutilización de recursos textiles. La llamada `moda sostenible´ tiene en cuenta el impacto medioambiental de la producción industrial de ropa, así como la responsabilidad a nivel social y laboral del sector. Una idea que subyace en Restyling Exchange, una acción que busca concienciar, pero que también cuenta con muchas otras facetas positivas. «Es divertido, a veces empiezas con una prenda que te gusta tan poco que te da hasta pereza retocarla, y al final acabas con algo que te encanta. La transformación tiene muchas ventajas. Puedes probar técnicas nuevas sin gastar un duro. Además, el resultado suele ser bastante sorprendente y mejor de lo que te imaginabas», manifiesta Barceló.
Novedades y #makeyourstash
Restyling Exchange vuelve a convocarse en 2019 pero cuenta con una novedad sustancial: la libre elección del `partner´ de entre los `instagramers´ participantes. «Hasta ahora la gente se apuntaba y nosotras, dependiendo de medidas, región… íbamos haciendo una cadena. Pero hubo un par de casos en cada edición en los que una persona no recibió su prenda de vuelta, o no puso la foto en Instagram de la transformación. Y después del trabajo que supone es una faena que no te den ni las gracias. Este año lanzaremos la convocatoria igualmente, pero cada persona eligirá su partner, su compañero de restyling», explica.
La primera convocatoria de este movimiento de transformación textil se celebró en 2017 con 40 participantes de seis países, y continuó en 2018 con 61 participantes de nueve países. Para participar hay que inscribirse en www.pilarbear.com/es/, tener cuenta activa en Instagram y no enviar ninguna prenda con valor sentimental, por si la transformación final no es del agrado de la persona receptora. Una idea nacida, gestada y desarrollada al amparo de las tecnologías de la información. «Las redes sociales tienen muchas ventajas e inconvenientes, pero es increíble cómo puedes conectar con gente con los mismos intereses, que probablemente nunca conoceré en persona, pero funciona», manifiesta.
En la línea de Restyling Exchange se encuentra #makeyourstash, que vio la luz en 2018 y que se repetirá este año. En este caso se trata de aprovechar las telas y materiales que se acumulan y nunca ven la luz. La iniciativa surgió por observación de Pilar Barceló y otra `igger´. «Vimos que en esta comunidad de gente que cosemos se había sustituido comprar ropa barata por comprar telas. Tú ves una tela, te gusta, te la compras, no la coses, a los dos años ya no te gusta. Producir esas telas también implica el uso de muchos recursos. Vimos una necesidad de llamar la atención sobre ese aspecto. Por eso arrancamos ese hashtag, que ya tiene más de 3.000 usos. Estuvo muy bien, cada lunes sacamos un tema de debate en Instagram y tuvo muy buena respuesta», recuerda.
La costura, una afición reciente que ha llegado para quedarse
Pilar Barceló empezó a coser para sobrellevar el duro invierno de Inglaterra, país al que llegó de Erasmus y en el que ha vivido de manera interrumpida a lo largo de seis años. «Reino Unido en enero es horroroso, estaba yo en mi casa, deprimida, buscando trabajo… necesitaba hacer algo más. Me compré una máquina de coser, pero lo cierto es que durante varios años no pasé de cojines, neceseres y cosas así, principalmente porque tenía miedo de meter la pata. De hecho, el primer vestido que cosí fue horroroso, como de bruja de otoño, no sé ni cómo seguí cosiendo después de eso -bromea-. Pero lo que realmente me lanzó fue el embarazo. Fui a buscar ropa premamá y vi que todo era negro. Estás llena de vida y te tienes que vestir de negro. Así pasé de coser cojines a coser toda la ropa de embarazada, menos los vaqueros», recuerda.
La maternidad llevó a su afición por la costura a otra dimensión. La necesidad de encontrar un vestuario acorde con el extraordinario momento vital en el que se encontraba aceleró su aprendizaje, un proceso que quiso compartir a través de su cuenta de Instagram. Una pieza existencial de esta licenciada en Bellas Artes que ha llegado para quedarse. «Para mí coser es como hacer yoga. Porque cuando estoy cosiendo me olvido de todo. Si no estás a lo que estás, te equivocas. Es un momento en el que me concentro plenamente en lo que estoy haciendo», comenta.
Ojo artístico al servicio de la fotografía
La llegada de los hijos todo lo transforma, y el espectro profesional de Pilar no fue menos. En la actualidad compatibiliza su cuenta de Instagram especializada en costura con www.pilarbarcelophoto.com, la web en la que ofrece sus servicios fotográficos profesionales especializados en infancia y familia, en exteriores, sin estudio ni artificios. «Saco al bebé tal cual es, el vínculo, y ya está. Es lo que me interesa», anota Barceló. Una profesión que tiene mucho que ver con su formación artística y que es la que mayor encaje tiene en su actual momento vital. «Partiendo de que lo primero que soy es madre, la fotografía es la profesión que veo más factible encajar con la maternidad. La fotografía es lo que más se adecúa a mi vida tal y cómo es», expresa.
Pilar Barceló realiza desde noviembre de 2018 sesiones conjuntas en exteriores, de duración breve, adaptadas a las necesidades de los más pequeños de la casa. «La gente reserva las fotos profesionales para una ocasión especial, y en realidad especial es el día a día. Quería hacer algo que permitiera a las familias tener un recuerdo más a menudo, pero simplemente de ellos. Para ello organicé una sesión conjunta en el Parque Grande que consistió en diez minutos de sesión, sin poses tradicionales. Yo solo voy dirigiendo para que las familias interactúen entre sí y yo pueda captar ese vínculo», explica.
Conciencia sobre el aprovechamiento de recursos, creatividad, fotografía y maternidad son el cóctel que ha modelado el prisma, la sensibilidad y la creatividad de Pilar Barceló. Una mezcla que dará como fruto montones de proyectos que la zaragozana tiene en mente, y que irá dando forma poco a poco, con el paso firme, acertado y reposado que su momento vital y profesional otorga.