Saray sale en una gala centrada en el aprovechamiento de recursos
Fotos: RTVE.
La onubense Saray fue la tercera expulsada en la segunda edición de Maestros de la Costura, en una gala en la que los fallos de la maquinaria tuvieron mucho que ver en el resultado final. Prendas económicas, retales y vintage fueron los protagonistas de un programa que contó con la presencia del diseñador español Juan Duyos.
Los nervios y la mala suerte catapultaron a Saray, onubense de 28 años, a la expulsión. Extrovertida y devota de la Virgen del Rocío, la concursante no fue capaz de lidiar con la rotura de su máquina de coser y, a pesar de que terminó su prenda a mano, no supo rematar al gusto del jurado del programa, compuesto por los diseñadores Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro Palomo.
Y eso que en la primera prueba individual Saray no se perfiló como las peores. Este primer ejercicio, en el que contaron con la compañía y los consejos de Mahí Masegosa, finalista de la primera edición de Maestros de la Costura, se basó en el ahorro. Y es que, a pesar de que pudieron elaborar una prenda libre, el ajustado presupuesto de 25 euros marcó todo su desarrollo. Isabel supo moverse con resolución en esta prueba, seguida de cerca por Amparo, que fue felicitada por primera vez por el diseñador Lorenzo Caprile.
Los que quedaron peor parados fueron, Lara y Pedro. La primera por una confección «chapucera», según Caprile, y el segundo por presentar una «tomadura de pelo», según María Escoté. Los concursantes más conservadores, Sergio y Rosa, fueron criticados por falta de riesgo en sus diseños, y Alejandro quedó desconcertado por la valoración recibida por los jueces. Este concursante no se dio cuenta de incluir el carrete de hilo a la hora de elegir material para su prenda, por lo que tuvo que confeccionar sin cordel. Contra todo pronóstico, logró entregar una prenda, a pesar de lo cual no pudo satisfacer al jurado.
La prueba por equipos tuvo lugar en el taller de Desigual, una firma española nacida en 1984 con una apuesta muy particular: la inclusión de la técnica del patchwork, habitual en tejidos de hogar, en las prendas de vestir. En esta ocasión los concursantes tuvieron que reproducir una creación icónica de Desigual: la cazadora vaquera de patchwork.
Como viene siendo habitual en las pruebas de equipo, el jurado cambió sobre la marcha las normas del juego. Por ello, la ganadora de la prueba individual, Isabel, tuvo la oportunidad de salvarse. Era eso o dotar a su equipo de quince minutos más de trabajo. La holandesa prefirió favorecer al equipo con un cuarto de hora más de tiempo, sacrificio que de poco sirvió ya que esa decisión la lanzó directa a la prueba de expulsión: su equipo perdió a pesar de la ventaja.
Por su parte, Rosa, que volvió a ser la jefa del equipo de Isabel, sacó de nuevo las garras. La presión ronda las cabezas de los concursantes y se manifiesta con facilidad. En el caso de la sevillana esa tensión se mostró clara en el momento en el que Encarna, jefa de taller en Desigual, comentó que un equipo como el de Rosa duraría muy poco en su empresa. Entre otras cosas, por el derroche de material: Encarna tuvo que confeccionar esa chaqueta en su prueba de selección con tres pantalones, mientras que el equipo de Rosa usó cinco.
A pesar de la ventaja regalada por el programa a través de Isabel, el equipo de Rosa fue directo a la prueba de expulsión, ya que no llegó a colocar la chaqueta en el maniquí. El grupo ganador, liderado por Alejandro, no solo venció por eliminación del contrario, sino que fue felicitado por su trabajo. Particularmente, por el de Sergio y Toni, cuya rapidez y capacidad de resolución fueron claves en la confección de la chaqueta de Desigual.
Bolso vintage y ayuda in extremis
En la prueba final los aprendices en juego (Pedro, Rosa, Saray, Lara e Isabel), tuvieron que elaborar un bolso con prendas vintage. Para ello contaron con la sabiduría del diseñador Juan Duyos, firme defensor del trabajo artesano. «Las cosas hechas con el corazón y con el estómago son las que salen de verdad», comentó a modo de consejo.
El aprendiz Pedro decidió pedir ayuda en la prueba de expulsión, para lo cual eligió a Amparo como apoyo. «Para escogerme a mí sí que tienes que estar perdido», manifestó la concursante. A pesar del simpático comentario lo cierto es que Amparo fue de gran ayuda para Pedro, que pudo presentar un trabajo en tiempo y forma. Aunque no fue del agrado del jurado, permaneció en el programa una semana más. Tiempo que no podrá aprovechar Saray, la expulsada de la tercera gala. Una aprendiz a la que los nervios y la mala suerte con la máquina le jugaron una mala pasada. Ya que, tal y como concluyó Lara, un fallo, a estas alturas, lleva aparejada la expulsión.
Los premios y el jurado
Maestros de la Costura está presentado por Raquel Sánchez Silva y cuenta como jurado a los diseñadores Lorenzo Caprile, María Escoté y Alejandro Palomo. En esta edición el plantel de premios se amplía con un galardón para un cuarto clasificado.
La persona ganadora se llevará el Maniquí de Oro, 50.000 euros en metálico, la realización de una Colección Cápsula en el Corte Inglés y un curso de Diseño de Moda en el Instituto Superior de Moda de la Universidad Politécnica de Madrid.
La persona que quede en segundo lugar se llevará un diploma de Vogue España en Estilismo y Producción de Moda impartido por Condé Nast College Spain en colaboración con la Universidad Carlos III, así como una beca en el departamento de diseño de El Corte Inglés de seis meses de duración.
El tercer y cuarto clasificado recibirán clases en el Centro Eometric de Barcelona, donde conocerán método de patronaje a medida del diseñador Estanislao.
